
¿Sabías que el café tiene más aromas y sabores que el vino?
El mundo del café es tan complejo y fascinante como el del vino, y aunque muchos no lo sepan, el café puede presumir de tener una paleta de aromas y sabores aún más extensa que su contraparte fermentada. Sí, has leído bien: el café tiene más aromas y sabores detectables que el vino. Este dato no solo sorprende a aficionados y neófitos por igual, sino que abre un universo de posibilidades para explorar en cada taza.
La Asociación de Cafés Especiales (SCA) identifica más de 800 compuestos aromáticos en el café, una cifra que supera con creces los alrededor de 200 compuestos volátiles que se encuentran en el vino. Esta rica diversidad se debe a la compleja química del grano de café y los múltiples factores que influyen en su desarrollo, desde el terroir hasta los métodos de procesamiento y tostado.
Similar a la rueda de aromas del vino, el café tiene su propia rueda de sabores, que ayuda a identificar y describir las notas sensoriales que se pueden encontrar en diferentes cafés. Desde notas florales y frutales hasta matices de chocolate, nueces, especias y más allá, cada café ofrece un perfil único que es un reflejo de su origen y tratamiento.
Al igual que en el vino, la cata de café es un arte que requiere de una paleta afinada y conocimiento técnico. Los catadores profesionales entrenan su paladar para discernir y apreciar la sutileza y profundidad de sabores que un buen café puede ofrecer. A través de catas, los aficionados pueden experimentar la riqueza de sabores y aprender a apreciar las diferencias entre un café común y uno de especialidad.
Conocer la riqueza aromática y gustativa del café no solo enriquece la experiencia de beberlo, sino que también apoya la industria del café de especialidad. Al valorar la diversidad y calidad del café, se fomenta un comercio más justo y sostenible, que beneficia a todos los eslabones de la cadena, desde el agricultor hasta el consumidor.
Así que la próxima vez que disfrutes de tu taza de café, recuerda que estás degustando una bebida con una diversidad aromática y gustativa incluso mayor que la del vino. Invita a tus sentidos a explorar y celebrar cada nota y matiz, y redescubre por qué el café sigue siendo una de las bebidas favoritas en el mundo.